Umbral, cuociente electoral y cifra repartidora
Umbral, cuociente electoral y cifra repartidora
En mi anterior columna, referida a las elecciones del Congreso que
se realizarán el próximo 13 de marzo, abordé los temas de las listas cerradas y
abiertas y de las circunscripciones nacionales y territoriales.
Decía al
final de ese artículo que concluidas las votaciones, empieza el escrutinio o
conteo de votos, y que el umbral, el cuociente electoral y la cifra repartidora
son los métodos a través de los cuales se asignan las curules, escaños o puestos.
En esta
oportunidad explicaré dichos métodos de la manera más sencilla posible, espero
lograrlo.
El
procedimiento es independiente para cada corporación y circunscripción, y como bien
lo expone la Cartilla de la Misión de Observación Electoral -MOE-, podría
resumirse en los siguientes pasos:
1. Determinar el número de curules a repartir
2. Calcular el umbral
3. Definir si se aplica la cifra repartidora o
el cuociente electoral
4. Distribuir el número de curules de cada lista
según su tipo (cerrada o abierta)
Lo primero
que debemos tener claro es que, por regla general (hay algunas excepciones), para
que candidatos que integran una determinada lista resulten elegidos, la lista debe
alcanzar el umbral, esto es, obtener en la respectiva elección un número mínimo
de votos. Dicho de otra manera, las
listas cuya votación no supere en número de votos el umbral cuando éste aplique, no
serán tenidas en cuenta para la asignación de curules.
Para el
Senado el umbral es el tres por ciento (3%) de los votos válidos sufragados por
esa corporación en la respectiva elección.
Los votos válidos son los de todas las listas más los votos en blanco
(se excluyen los votos nulos y los tarjetones no marcados).
El umbral
es diferente para cada Cámara ya que depende del número de curules que se
eligen por cada circunscripción. Así, si
se eligen más de dos miembros el umbral equivale al 50% del cuociente electoral,
si se eligen dos miembros corresponde al 30% del cuociente electoral y si se
elige un miembro la curul se asigna a la lista mayoritaria.
El
cuociente electoral, que también es diferente para cada circunscripción de la
Cámara, se computa dividiendo el total de votos válidos, por el número de
curules a proveer. Calculado el cuociente,
se obtiene su 50% o su 30%, según el caso.
El umbral y
el cuociente son diferentes para cada Cámara porque recordemos que la Cámara de
Representantes se elige por circunscripción territorial. En Colombia existen 33
circunscripciones territoriales, una por cada uno de los 32 departamentos del
país y otra por el distrito capital. Cada
una tiene derecho a un mínimo de dos curules y una más por cada 365.000
habitantes, o por una fracción mayor de 182.500.
Pasemos
ahora a la cifra repartidora.
Esta se
aplica en las elecciones a Senado y también a las Cámaras en las que se eligen
más de dos curules, que son la mayoría.
Para
calcular la cifra repartidora, se toman las listas que hayan superado el umbral
respectivo y se ordenan decrecientemente, es decir, en el primer lugar se ubica
la lista que obtuvo mayor cantidad de votos y en el último lugar la lista con
la menor cantidad. Luego se divide el
número de votos de cada lista por uno, dos, tres o más, hasta que se obtenga un
número total de resultados igual al número de curules a proveer. El resultado menor se llamará cifra
repartidora. Cada lista obtendrá tantas
curules como veces esté contenida la cifra repartidora en el total de sus
votos.
De esta
manera con la cifra repartidora se determina la cantidad de curules o escaños
que le corresponden exactamente a cada lista.
Si la lista
es cerrada (o no preferente), el número de curules que le correspondieron se
asigna a los candidatos que la integran en orden descendente tal como se haya
conformado e inscrito la lista. Por
ejemplo, si una lista cerrada tiene derecho a siete escaños, les corresponden a
los siete primeros candidatos de esa lista en su orden.
Si la lista
es abierta (o con voto preferente), el número de curules que le correspondieron
se asigna a los candidatos que la integran que hayan tenido mayor votación,
independientemente del orden o número que tenían en la lista, es decir, el
orden se reorganiza. Por ejemplo, si una
lista abierta tiene derecho a siete escaños, le corresponden a los siete
candidatos de esa lista con mayor votación individual.
En algunos
casos, cuando se vayan a elegir solo dos curules o cuando ninguna lista alcance
el umbral, no se aplica la cifra repartidora sino el sistema de cuociente
electoral, que resulta de dividir el total de votos válidos por el número de
cargos a proveer. A cada lista se le
asignan las curules correspondientes al número de veces que su votación
estuviera contenida en esa cifra. Si quedaren puestos sin proveer se asignarán
a los residuos más altos en orden descendente.
Termino
reiterándoles mi insistente invitación a votar masivamente en las elecciones
del próximo 13 de marzo y a fomentar la votación en el círculo de influencias
de cada uno. El Congreso es una
institución crucial, quizás la que más, para nuestras libertades, democracia y
futuro. Hagámoslo conscientemente por
los candidatos que de verdad compartan y defiendan nuestros valores y
convicciones. Un voto si cuenta. Mi voto marcará la diferencia.
Gabriel Jaime Hurtado Restrepo
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